El pasado 16 de abril tuvo lugar el cuarto encuentro «Camino de abundancia». Aunque ya han pasado más de dos semanas, voy a hacer lo posible por describirlo lo mejor que sé.
Como en la anterior ocasión, nos citamos en «El Kubo Loco» tras confirmarlo con el dueño el miércoles anterior. Sin embargo, al entrar al local me encontré con que la sala de juegos estaba completamente llena. Al parecer, un grupo más numeroso había reservado la sala después que yo y el dueño no se lo pensó dos veces, ni tuvo la amabiliadad de avisar, ni de aparecer, ni de transmitir sus disculpas. Lo único que recibí fue la negativa de la camarera que me dijo que no podíamos quedarnos allí.
Así que cuando llegaron todos los asistentes previstos, nos fuimos a la aventura de buscar otro lugar donde jugar. Tras preguntar en cuatro o cinco sitios, al fin dimos con el lugar apropiado, una cafetería en el Paseo del Molino.
Por fin pudimos desayunar y empezar nuestro «Camino de abundancia». Tras presentarnos y explicar brevemente las reglas del juego, empezamos con el cálculo de los intereses de las deudas. Es algo muy importante, tanto por la gran utilidad de conocer este dato para tomar buenas decisiones, como por la dificultad que para muchas personas tiene hacerlo. En un momento vimos lo fácil y necesario que es.
A lo largo de la partida surgieron muchos conceptos de finanzas e inversiones: hipotecas, depósitos bancarios, préstamos, ROI y CFDs entre otros. Lo mejor es que vimos que todo esto es mucho más sencillo de entender de lo que nos quieren hacer creer.
El momento más interesante fue cuando surgió una oportunidad de negociación, pues los participantes se hicieron conscientes de su patrón al negociar y descubrimos formas alternativas de proceder y obtener mejores resultados.
Al final, cada participante hizo un resumen de su experiencia, y ahí nos dimos cuenta de la gran cantidad de conocimientos adquiridos y la variedad de temas tratados. Luego la reunión se alargó algo tanto por que surgieron conversaciones interesantes como por que afuera caía una fuerte lluvia y era mejor esperar a que escampara…
¡Te espero en nuestro próximo encuentro Camino de Abundancia!
Santiago Becerra, dinerólogo.
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